Esta mañana olvidaste tu teléfono en casa, y el resto del día sientes que no eras capaz de enfocarte en ninguna tarea. Eres incapaz de apagar el móvil o lo revisas constantemente para ver si tienes nuevos mensajes, o comprobar si tienes batería suficiente, ¿Te suena?
Que los smartphones forman parte de nuestro estilo de vida y que pueden convertirse en una bomba de relojería para las personas vulnerables a la adicción, seguro que ya lo sabes.
Además de que todas estas cosas seguramente te sonarán y son comportamientos habituales que ya forman parte de nuestro día a día, a su vez son alguno de los síntomas de la ‘Nomophobia‘ (No-mobile-phone-phobia, en inglés) o fobia de no poder usar el móvil y/o no llevarlo encima.
Este trastorno nos provoca una sensación de ansiedad cuando nos quedamos sin cobertura, se descarga la batería o no podemos encontrar el móvil.
Salir a la calle sin móvil puede crear inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración (síntomas típicos de los trastornos de ansiedad ).
Entre los síntomas asociados a esta fobia destaca la incapacidad de apagar el teléfono o de superar la obsesión de revisar los mensajes o el estado de los batería.
Según uno de los estudios realizados por los investigadores de la Universidad de Missouri (MU) donde se pidió a un grupo de participantes que probaran la fiabilidad de un nuevo medidor de presión arterial inalámbrico y armaran un rompecabezas, primero realizando el ejercicio con su iPhone al lado y posteriormente sin él , la investigación determinó que los individuos sin su teléfono:
- Son incapaces de poner atención en una prueba si su iPhone está fuera de su alcance y este se encuentra sonando
- Sufrieron un aumento de su frecuencia cardiaca
- Sufrieron un aumento de su presión arterial
- También mencionaron sentirse mal físicamente, experimentando una sensación de enfermedad al estar alejados de sus celulares mientras estos sonaban
- Experimentaron sensaciones de ansiedad
La solución para terminar con estos síntomas inicia por cambiar los hábitos y darse cuenta de los peligros que la conducta acarrea.
Acabaré este post con un reto, establece límites en los horarios para el uso del móvil, duerme con el teléfono apagado y prueba con períodos de abstinencia cada vez más largos ¿Serás capaz?
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