¿Cómo ser persuasivos?
No te ha pasado alguna vez que te dices a ti mismo: “Yo no nací para vender, soy muy malo”. Muchas veces nos lo repetimos cuando se trata de vender algo, de vendernos a nosotros mismos para un futuro trabajo, o simplemente cuando intentamos conseguir que los otros comprendan y asuman nuestro punto de vista y acaben cooperando con nosotros.
La persuasión es una característica que nos permite influir sobre otros.
No se trata de aprender técnicas agresivas o de manipulación, o ser más mentiroso o tener menos escrúpulos que el resto, se trata de habilidades Sociales y Asertividad.
Las habilidades sociales nos permiten relacionarnos con otras personas para conseguir el máximo beneficio y un mínimo de consecuencias negativas. Una persona socialmente hábil consigue mantener relaciones interpersonales satisfactorias intentando que los demás respeten nuestros derechos y nos impidan lograr nuestros objetivos.
La asertividad defiende las soluciones gano-ganas por lo tanto el engaño, la manipulación o la agresividad no están dentro de unas buenas habilidades sociales ya que en algún momento provocará pérdidas de algún tipo. Sin embargo sí podemos entrenar una serie de estrategias para que los demás accedan a nuestras peticiones, ser persistentes en nuestra petición, sin dejar que nos venza el fracaso es quizás una de las más conocidas, pero hoy vamos a ahondar otra, quizás de las más eficaces: Predisponer a los demás a nuestro favor.
Se trata de que los demás se sientan bien con nosotros, permitiendo mantener una buena relación y por lo tanto aumentando las posibilidades de que accedan a nuestras peticiones.
¿Y cómo lo hacemos?
1. Una de las claves de la persuasión es dar a los demás lo que quieren, para dirigir, motivar, vender, influir…es decir, para que la gente haga cosas.
Lo que la gente quiere es fortalecer y mantener su autoestima, por esto todos buscan que reconozcan sus méritos, que les respeten y que tengan en cuenta sus opiniones. Estas cosas que tanto valoran los demás se pueden conseguir mediante comunicación positiva (escucha empática, elogios sinceros, atenciones…) para que se sientan importantes y aceptados.
Si queremos atraer a alguien o convencerlo para que haga algo, no lo conseguiremos hablándole de lo que necesitamos sino hablando sobre lo que a él le interesa y ayudándole a conseguirlo de algún modo.
2. Otra de las claves es fomentar las emociones positivas. Cuanto mayor sea nuestra habilidad para fomentar en los demás emociones positivas como la satisfacción, la alegría, la autoestima, y la confianza, mayor será nuestra capacidad de influir en ellos.
En relación a esto, estas son una serie de recomendaciones para conseguir que la otra persona se sienta bien con nosotros, facilitando que acceda a nuestras peticiones:
- Hacer que nuestra petición resulte atractiva: Si queremos convencer a otra persona para que haga algo, conviene preguntarnos antes ¿Por qué podría interesarle hacerlo?
- Mostrarnos de acuerdo en lo posible: Es mejor no resaltar nuestras diferencias de opinión y destacar, en la medida de lo posible, los puntos comunes, p.e. Que los dos tendemos al mismo fin y la diferencia está en el método.
- Hablar de los temas que le interesan al otro y escuchar sus opiniones con interés: Conviene hacerle preguntas y permitirle que explique sus puntos de vista, y escucharle atentamente aunque no estemos de acuerdo.
- Si sospechamos que se puede oponer a nuestra petición formularla indirectamente: Será más fácil que acceda si le hacemos preguntas planteándole el problema y dejando que llegue por sí mismo a la solución que queremos.
Todos estos pasos los puedes aplicar a las distintas facetas de la vida.
Aquí os dejo un extracto de la película “El Crimen Ferpecto”, de Alex de la Iglesia, un buen ejemplo de cómo ser persuasivos y conseguir lo que queremos poniendo en marcha las habilidades sociales y la asertividad:
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Foto:Flickr