Aprender a decir NO

¿Tus mejores amigos se van de vacaciones y te han pedido que cuides a su mascota? ¿Tienes una semana de locos y te han pedido que colabores en un proyecto de ayuda infantil? ¿Te han invitado a cenar y no te apetece nada ir? ¿Un familiar te ha pedido dinero por 5ª vez y no sabes como decirle que no?

¿Te ha pasado alguna vez que has acabado haciendo algo que en realidad no querías hacer, sólo porque no has sido capaz de negarte?

Ya sabemos de qué estamos hablando, ya hemos identificado esas situaciones en las que después de decir sí, sí lo haré…nos preguntamos  «Por qué dije que sí, si no puedo…”, ¿así que por qué lo hacemos? Por qué decimos Sí, cuando queremos decir No! o No ahora o No puedo.

Nuestra necesidad de ser valorados, atendidos y tenidos en cuenta, puede llevarnos a mostrar una constante disponibilidad a todo, lo que nos suma en una dependencia no sólo de los demás, sino de esa imagen desde la que actuamos, dejando de ejercer nuestro derecho a decir «no». Se trata, en definitiva, del miedo a no ser valorados y queridos.

Si sois padres, el no saber decir que “no” a tus hijos los hace malcriados e intolerantes. Como  trabajador, el ser incapaz de decir “no” hace que acabes haciendo tareas que no te corresponden y haciendo horas extras que podrías utilizar para otro fin. En el caso de la pareja, no saber decir no cuando lo pensamos, provocará conflictos relacionados con las expectativas, creencias y convicciones.

Cómo es que algunas personas pueden decir perfectamente NO a la primera… Como podemos aprender a decir no, sin sentirnos culpables…?

Tips para aprender a decir que “no”:

  • Antes de responder, analiza la situación. Pregúntate si lo que te están pidiendo es algo que tu realmente quieres hacer. Piénsalo detenidamente, no te dejes llevar por el impulso de decir “si”. Si no estás seguro, puedes pedir aclaraciones o tomarte un tiempo para pensar, porque eres TÚ quien decide!
  • Puedes utilizar algo como esto: “déjame pensarlo y te lo confirmo”, o “tengo que verificar si no tengo otros compromisos, pero te confirmo mañana”. Esto te va a ayudar mucho a observar con calma si lo que te están pidiendo es algo que tu quieres hacer o no.
  • Pregúntate si tienes el tiempo para hacerlo. Muchas veces no es que no queramos complacer al otro, simplemente no tenemos el tiempo. Evalúa tus prioridades y si decides que puedes dedicar algo de tu tiempo al otro sin afectar tus proyectos, adelante. De lo contrario, es mejor decir “no”.     Hay que decir “no” a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o que intentas abarcar demasiado.— Steve Jobs
  • Claro, Breve y amable, si tu respuesta es no, y lo tienes claro, dilo sin rodeos, cuantas más explicaciones des más confuso será todo. Un “no, mañana es imposible” será suficiente es necesario que des más explicaciones. Es mejor decir no con una sonrisa que con cara de culpa, ¿no crees?    Si hay condiciones en tu respuesta, acláralas! “Puedo trabajar por ti, siempre que me lo cambies por otro día”
  • Técnica del Sandwich: Puedes buscar un punto medio. Tal vez no quieras hacer exactamente lo que te piden o no en estos momentos, en estos casos puedes incluir algo positivo antes y después de tu respuesta: “me parece muy buena idea colaborar con vosotros, ahora no puedo, pero volvemos a hablar esta semana”.

Recuerda: Lo más importante es que tu sepas qué es lo mejor para ti, que sí va con tus planes y tus proyectos y qué no. Así es cómo vas a poder ser tú quien decida cuándo decir “sí”, y cuando decir tranquilamente “no”.

No es suficiente saber lo que hay que decir, también hay que saber cómo decirlo”

Foto: Flickr

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