Tu pareja ha estado trabajando todo el día en casa mientras cuidaba de vuestra hija de dos años. Cuando llegas a casa está demasiado cansado para moverse, hablar acerca del día y hacer cualquier otra cosa que no sea estar tumbado pero en ese momento recibe la llamada de un amigo que le propone ir a jugar un partido. Eso es suficiente para que se levante a toda prisa y se vaya a jugar un partido de 3 horas.
Seguro que situaciones como esta te resultan familiares en tu relación con otras personas, incluso en tu día a día.
Es probable que lo primero que pienses es: “Está cansado para lo que quiere…”. Bien, para tu tranquilidad te diré que esta nueva energía que se crea no es producto de que el cansancio fuera un engaño si no a un cambio del contexto y se llama “Segundo Aliento”.
Realmente nuestra pareja no estaba fingiendo agotamiento, se sentía realmente así después de haber estado haciendo lo mismo durante horas en la misma situación, simplemente al modificar el contexto, la situación, aparece nuestra energía latente (que pensábamos que no teníamos).
Cuando uno está realizando una tarea durante un número continuado de horas, nuestro cerebro asocia cansancio a esa situación. Hacemos una configuración mental de acuerdo a la cual asociamos que nos sentimos cansados en esa situación, por lo tanto al cambiar de contexto (esa llamada de un amigo), se genera una alerta, el segundo aliento.
Alternar diferentes trabajos, o tareas, cambiar de ambiente llevándonos el trabajo a otra parte, tomarse un descanso para refrescarse o hacer una llamada son maneras de liberarse de esa configuración mental de cansancio, haciendo salir esa «nueva» energía que tenemos para poder continuar con lo que estábamos haciendo pero con más energía, o poner en marcha nuevas actividades.
¿Has encontrado tu segundo aliento?