Relajación: Técnica de la Respiración

Vivimos en una sociedad llena de prisas y situaciones estresantes como reuniones familiares, entrevistas de trabajo o charlas en público. Ante una situación estresante, solemos responder con una respiración rápida, acelerada y poco profunda. El ritmo actual de vida favorece la respiración incompleta que no utiliza la total capacidad de los pulmones.

Nos apuntamos a Yoga, a Gimnasios, vamos a correr después del trabajo, etc. buscamos cualquier  vía de escape que nos permita alejarnos de ese ritmo del día a día, pero a veces no tenemos tiempo ni siquiera para este espacio o peor aún, vamos estresados a realizarlo.

Cuando no tengamos tiempo y como una herramienta para tener a mano antes de que llegue nuestro momento del día, el control de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por estas.

Es un método que necesita práctica, pero su gran ventaja radica en que puede aplicarse en cualquier lugar y momento. Es muy importante escoger un sitio adecuado, libre de ruidos y en el cual la persona se sienta bien. El momento y el tiempo que se va a invertir debe ser libre, pues no debe sentirse presión o prisas por acabar. La persona debe concentrarse en el ritmo y modo de su respiración. Lo puedes hacer de pie, sentado o tumbado, pero para  principiantes es más fácil realizarlo tumbado.

La respiración abdominal consiste en llevar gran cantidad de aire hacia los pulmones para posteriormente expulsarlo. Estos son los pasos para conseguirlo:

  • Tumbarse boca arriba lo más cómodo posible
  • Cerrar los ojos y colocar una mano sobre el pecho y otra en el abdomen
  • Se hace una inhalación profunda, llevando el aire hacia el abdomen y observando como este se va hinchando poco a poco y la mano colocada sobre él se eleva, terminando el diafragma por expandirse a la llegada del aire elevándose la otra mano también.
  • Debemos mantener durante unos segundos todo el aire acumulado en nuestro cuerpo para finalmente expulsarlo, desinflándose así el abdomen y bajando el diafragma

Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan al organismo el suficiente oxigeno para nuestro cerebro. El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.

Foto: Flickr

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