¿Te sientes culpable?
“Es mi culpa que el me pidiese el divorcio. Si hubiera estado menos horas en el trabajo, no me habría dejado.”¿Quién no se ha sentido culpable alguna vez?, es probable que hayas escuchado más de una vez frases de este estilo, en estos casos no se trata de que sea culpa si no de responsabilidad.
Asumir y aceptar nuestra culpa ante los errores que hayamos podido cometer es el primer paso de un acto que requiere de madurez y valor. Sin embargo, llevar un sentimiento de culpa más tiempo del debido es algo no saludable.
Cuando dices: “Es mi culpa que me pidiese el divorcio. Si hubiera estados menos horas en el trabajo, no me habría dejado.” lo que realmente estás diciendo es que lo causaste tú, pero no ocurre esto en todas las parejas, no todas se rompen por motivos laborales.
La realidad es que no es tu culpa que tu pareja se separase de ti aunque si es tu responsabilidad el haber optado por trabajar tanto, como lo es también responsabilidad de el el decidir irse y dejarte.
Nada de lo que sucede ahí fuera en el mundo es tu culpa aunque si son tu responsabilidad el elegir unas opciones u otras o el optar por una respuesta u otra.
La responsabilidad conlleva tomar conciencia acerca de nuestra vida, del nivel de atención que prestamos a nuestro trabajo y a nuestras actividades, así como a las relaciones que mantenemos con las personas que se encuentran en nuestro entorno.
Somos responsables de nuestros actos, pero no responsables de lo que nos sucede. Para que esto fuera así, tendríamos que ser capaces de controlar nuestro entorno, y esto no es posible.
Existen situaciones que suceden por azar, y ahí nuestra responsabilidad es limitada, sean cosas buenas o malas, no dependen de nuestros actos. Normalmente está también la actuación de otras personas que obviamente no podemos controlar.
Yo puedo ser amable y correcta con alguien, pero a pesar de eso, puedo no caerle bien, o puedo ser un buen trabajador y que me despidan porque la empresa cierre.
No resulta ni oportuno ni aconsejable, hacernos responsables de sucesos que ocurren a nuestro alrededor y que se escapan a nuestro control, ya que entonces dejaríamos nuestra, nuestra felicidad y autoestima a expensas de las actitudes y comportamientos de terceros, o a sucesos que, en la mayoría de las ocasiones, poco o nada tienen que ver con nuestras acciones directas.
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